El pensamiento analítico es la capacidad de abordar problemas complicados mediante la evaluación de información que se ha recopilado y organizado.
Los pensadores analíticos pueden detectar patrones entre conjuntos de datos que a menudo conducen a soluciones creativas. Son capaces de convertir datos e información desordenada en acciones concretas.
Una persona analítica en el lugar de trabajo se enfoca en dar sentido a los hechos y las cifras y emplea prácticas de pensamiento lógico para identificar una solución. Ayudan a los equipos a tomar decisiones informadas en función de los datos recopilados y los objetivos identificados. Asimismo, permiten a los equipos a adoptar nuevas ideas y desarrollar una mentalidad de crecimiento.
Desarrollar su capacidad para reconocer dificultades o problemas subyacentes en función de tendencias, asociaciones y relaciones de causa-efecto entre conjuntos de datos es un paso fundamental para resolver el problema correcto.